MARTA SIGUE SIN APARECER

Jaime empezaba a no tener demasiadas esperanzas de que César reaccionase de alguna manera positiva, dado que estaba demasiado rencoroso y él sabía de sobra por todas las historias que había vivido con el en el instituto que el rencor en César solo servia para hacer "cruces": cuando alguien le hacía algo le ponía una cruz y se dedicaba a hacer como si no existiese en su vida, como si de verdad se le hubiese puesto una cruz sobre él, como si se hubiese muerto, y eso le producía angustia, porque sabía que si César le había puesto una de esas tan temidas cruces, no lo volvería a tener jamás entre sus brazos, por lo que se llamó a Isabel, para tenerle cerca, y así saber que es lo que se podía hacer

-Isabel?, soy yo Jaime, has hecho algo?
-No hijo, se ha ido con unas amigas y con Sara al cine a celebrar que se ha acabado la tortura de la selectividad, y no creo que vuelva hasta tarde, pero se que has hablado con el...
-Como lo sabés?
-Porque me lo ha contado, y parece que ser que hablar por las buenas no ha servido de nada con mi hermanito verdad?, pues habrá que intentar con un plan alternativo....
-Si, lo intenté, pero me respondio con mala cara, con palabras secas y monsilábicas, y con desgana y frialdad, se me encogió el alma, no parecía él...
-Si, lleva dos días que no parece él mismo ni su figura,: no come, no está con nosotros, apenas habla....de verdad que me empieza a preocupar, solo habla horas y horas con Sara, con Rosa, y con Paula, como si ellas le fuesen a solucionar sus problemas, como si no existiese nadie más que ellas, de verdad que si que le ha afectado lo vuestro....
-No se Isabel, pero no se si va a perdonarme, no se si merece la pena intentarlo
-Estás loco Jaime? claro que te quiere por Dios, pero tienes que mantener la fe, y esperar un poco a que el disgusto se le pase, hay que darle tiempo...
-Isabel, tiempo es lo que no tengo, en cuanto recibamos las notas de la selectividad yo me marcho para Santander, y cuando yo me marche se de sobra lo que va a pasar, sobre todo si él no viene conmigo
-Y que va a pasar?
-Que conocera a otros chicos, que se olvidará de mi, y me quedare sin él para siempre
-Eso lo dudo, creeme Jaime
-Y por que lo tienes tan claro?
-Porque me conto antes de irse que le buscase una pelicula para descargar por internet....
-Y cual era el título?
-El guardaespaldas, sabes cual es? la de Kevin Costner y Withney Houston...
-Si, se cual es
-Te dice algo? porque él me dijo que para él era muy especial....
-Si, creo que si que me lo dice, sabes cual es la canción principal de la película?
-No caigo ahora, pero vamos que estoy en frente del ordenador, te lo puedo buscar en seguida....ah, ya lo tengo, es una version de Wihtney de una cancion de Dolly Parton de 1963, y el titulo se llama....
-I will allways love you???
-Si, misteriosamente si
-Creo que tengo una oportunidad Isabel
-Y eso por que?
-Porque esa canción me la dedicó César al poco de empezar a salir juntos, y me dijo que aunque lo dejasemos, aunque estuviesemos separados, siempre me querría a mi....pero ya te digo, necesito que el venga conmigo a Santander....
-Si, y tenemos que seguir trabajando sobre César, pero tampoco tenemos el suficiente tiempo para que las cosas salgan bien de seguro, sólo es una semana, no puedo hacer milagros
-Lo se Isabel, y lo siento meterte en mis lios con César
-Ehhh, chico duro, ahorrate las pamplinas, que los problemas de César tambien son mios, recuerda que soy su hermana
-Lo se, lo se, se que eres su hermana, pero tampoco me parece excesivamente justo
-Ahorrate displicencias conmigo anda, por cierto, sabemos algo de la pedazo de....de tu ex?
-Pues no, y creo que ella nos podría ayudar, o eso, o que reciba una humillación en público.....
-Pero con que la quieres humillar?
-Con algo que ella y yo, y César sabemos, es algo que hace que no debe hacer, bueno, yo tambien lo hacía, pero ya te digo que es una historia muy larga que yo no quiero contar ahora, y que no deberían saber sus padres, porque con el disgusto era posible que la mandasen a un internado
-Ummmm puedo intuir, pero no quiero saber....por que no hablas con ella?
-Si, debería, creo que es nuestra única oportunidad
-Si eso ono resulta tienes dos misiones
-Cuales?
-Una, mandar a esa desgraciada a un internado, y la otra, tirar por la desesperada con César
-Jajajajajaja, tu crees que se me dara bien el llorar?
-Vete ensayando, bueno cuñadito, te dejo que tengo que irme a dormir, si quieres algo, ya sabes donde estoy
-Vale princesa, te llamaré
-Jajajaja eso espero querido, eso espero

Cuando colgó el teléfono a Isabel, Jaime se dedicó durante un buen rato a intentar contactar con César.....nada, César no quería saber nada de él, o al menos no le cogía el teléfono, por lo cual, y después de media hora de estar realizando llamadas perdidas, desistió, y se dedicó a intentar contactar con Marta.....nada, hasta la decimotercera llamada....

-Se puede saber que quieres?
-Sabes de sobra lo que quiero Marta, has hablado, o vas a hablar con César?
-No, de momento no, ni si quiera tengo su teléfono, y además, aunque tuviese su teléfono, que probabilidades tengo de que el señorito César quiera hablar conmigo? cero? lo que me pides es un imposible
-Tu haz lo que quieras, pero quiero que el día 1 de Julio, César se venga a Santander conmigo, y creo que la unica manera de que tenga una posibilidad eres tu....y recuerda que si no hablas tu....hablare yo...
-Sabes que lo que estas haciendo se llama chantaje?
-Llamalo como quieras, pero como tu has hecho daño injustificadamente.....que quieres? pedir justicia? has sido justa tu con César? no puedes pedir nada, no eres quien para pedirlo, así que tu limitate a cumplir tu parte del trato, y yo te prometo guardar silencio
-Vere lo que puedo hacer, pero no te puedo prometer nada, solo que lo voy a intentar
-Eso espero, y no te preocupes, que yo te doy el teléfono
-Está bien Jaime, está bien

Jaime de repente, se vio fiando su porvenir con César, a la única persona que no estaba interesada en que César y él se fuesen juntos a Santander, pero sabía a la vez, que, si ella, Marta, hablaba con César, era mucho más fácil que al final César le perdonase, que es lo único que le importaba, aunque para ello tuviese que chantajear al mismo diablo, y de paso, tener que rebajarse por una vez a su nivel