POR FIN LA PLAYA

Cuando llegaron donde estaba Natalia, esta les llevaba esperando más de diez minutos, asi que la bronca no se la quitaba nadie, por eso fueron callados durante todo el trayecto en coche, hasta que Natalia le dio el recado a César que tenía que hacer, que era tan simple como ir a pagar las reformas que habían estado haciendo en la casa durante el tiempo que esta no había sido habitada, y como sabía que su hijo Jaime o bien se le perdería el sobre, o se le olvidaría de pagarlo, o vaya usted a saber que podía hacer con esa gran cantidad de dinero, el sobre se lo dejo a la custodia de César, en el cual para esos temas sabía que podía confiar

-Toma César, recuerda que debes de pagarlo antes de que os volváis para Valladolid
-Si, Natalia, no te preocupes que estaré al tanto
-Y en cuanto a ti, no quiero que metas para nada la mano en el sobre, si os hace falta dinero, me lo pedís a mi y yo os lo ingreso en cuenta, pero no quiero ni que te acerques, porque si no tu y yo la vamos a tener y muy seria, has entendido Jaime?
-Si mama, he entendido
-Bueno, os dejo ya, sed buenos, pasaroslo bien, y no hagais locuras, y dejad la casa como esta me habéis entendido? Nada de fiestas, nada de amigotes y nada de alcohol, porque luego voy a ir yo alli y la voy a revisar entera, ok?
-Ok
-Bueno, pues ya no os molesto más, César, disfruta de Santander que es preciosa, espero que descanses que te lo has ganado
-Gracias Natalia, si que descansare si
-Hasta luego chicos
-Adios mama......bufff que pesada es, si sabe de sobra que vamos a hacer fiesta igualmente, te tengo que presentar a mis amigos
-Eh, eh, eh, aunque no este tu madre alli, a mi me ha encargado por el buen estado de la casa, asi que de fiestas nada, rico, si quieres salir de fiesta anda que no hay bares por ahi
-No me seas estirado César, que pareces un abuelo, por una fiesta aunque sea pequeña no va a pasar nada, relajate, que ya se ha acabado todo, solo tenemos que descansar y disfrutar
-A ver en que i dioma me explico, he dado mi palabra a tu madre de que en tu casa no se hace nada, Y NO SE VA A HACER, asi que deja de insistir, y no pongas cara de cordero degollado que ya sabes que conmigo no te sirve de nada
-Mira que eres rancio tio
-Rancio no, hombre serio y de palabra, si
-Lo que digas majo
-Ala, ya esta aqui el tren, sube
-Si mi sargento
-No empieces Jaime

El tren salio direccion Santander, y ese fue el momento en el que los dos chicos, cansados por tanta acumulacion de sucesos, se quedaron dormidos casi de inmediato, asi que no pudieron disfrutar de las vistas que ofrece un viaje en tren más alla de los minutos finales, cuando se les avisó de que ya habían llegado al destino....casi dormidos, los dos bajaron del tren, y el primer olor que les llego fue el olor a la playa, la cual estaba a escasos metros de donde ellos estaban

-Uff, que ganas tengo de ver la playa César
-Y yo Jaime, y yo, pero tenemos que dejar las cosas en casa, y así me la enseñas
-Para eso no hace falta que vayamos a casa....
-Me refería a la casa, tarugo
-De verdad que quisquilloso eres macho, no se te puede gastar una broma
-Es que estas como los perros
-Como estan los perros?
-En celo continuo jaja
-Muy salao, pues ya verás cuando tu quieras y te diga que no la gracia que te va a hacer
-No creo que ocurra eso Jaime
-Por que lo tienes tan seguro, eh listillo?
-Porque en el momento que yo diga que me apetece vienes lanzado jaja
-Tan seguro lo tienes?
-Si quieres probamos
-Eres un cabronazo, por que me conoces tan bien?
-Son varios años de compañeros y ahora encima somos pareja, te conozco demasiado bien Jaime Martinez-Corrado
-Si, tambien es verdad, venga, dejemos las cosas en casa y nos bajamos a la playa, que llegamos en el mejor momoento de la tarde, que a primera hora esta más tranquilita y podemos coger buen sitio
-Eso, como las marujas jajajaja
-Joder que dia llevas César
-Si, de verdad estoy inspirado
-No hace falta que lo jures

A Jaime le estaba empezando a molestar los continuos aspavientos y sarcamos hirientes de los que empezaba a hacer gala César, porque empezaba a pensar que César se sentía incomodo con los planes que tenía preparados para los dos en el tiempo en el que estuviesen en Santander: Jaime quería fiesta después de un año que había sido cuanto menos de una intensidad elevada, César lo que quería era relax en el sentido más estricto de la plabara, y no relacionarse más que con la gente realmente imprescindible, ya que este año la única de las asignaturas pendientes que había tenido este año era precisamente esa, la de relacionarse con la gente