CUANDO MAL EMPIEZA

Al principio César tenía miedo de llamar a Jose, por un lado era tarde y temía que pudiera estar en la cama, y por el otro lado resonaban en la cabeza las cuatro palabras que Marcos le había metido en la cabeza "podía ser tu padre", y eso le creaba bastante miedo no por lo que podían  decir de el la gente, sino por la opinión que podía coger Marcos de el, ya que de un tiempo hasta aquí, de repente le empezaba a preocupar lo que Marcos pensara

El teléfono le ardía en las manos, no sabia que es lo que realmente debía de hacer, pero al final se guió por el instinto y decidió marcar el número, total, poco iba a perder al fin de al cabo.......un tono, dos tonos, tres....empezaba a pensar que no contestaría....

-Hola, quien eres y por que llamas a estas horas??
-Eh, hola, eres Jose???
-Si, soy yo, y tu quien eres??
-Soy César, el chico con el que estuviste hablando en el bar antes...
-Ah, si, César, que tal??? No crees que llamas algo tarde??
-Si disculpame, es que como me dijiste que te podía llamar a cualquier hora pensé que no te importaria que hablasemos un ratito, aunque si molesto te puedo llamar en otro momento
-No hombre no pasa nada, si te sirve acabo de llegar a casa como quien dice, te apetece tomar algo?
-Pues no estaría mal que nos tomásemos la ultima si quieres

-Tienes coche?

-Me temo Jose que por no tener no tengo ni el carnet de conducir.

-Pues no te preocupes que en quince minutos estoy donde me digas

-Pues si quieres venir a buscarme al centro....donde nos encontramos

-Hecho, en quince minutos estoy alli

-Hasta ahora

El caso es que por un lado tenía César un sentimiento ligero de culpa hacia Marcos, aun no debiendo de tenerlo, ya que Marcos y César no eran absolutamente nada, pero algo le decía dentro de él que se sentía culpable, pero por otro lado le atraía y mucho la idea de verse en los brazos de alguien bastante mayor que él, sentirse seguro, y por tanto quería darle la oportunidad, ya que para él era la oportunidad de estar en una relación en ela que César no fuese quien tirase constantemente de ella.

Los quince minutos se le hicieron eternos, y César estaba impaciente,. tanto que estuvo a punto de volverle a llamar para ver a donde estaba y por qué estaba tardando tanto, pero no quería agobiar tan pronto a nadie, no era el momento

-Disculpa el retraso, es que había control de alcoholemia 

-No pasa nada, lo único que el bar ya está cerrando, y me parece que tomarnos la última como que no va a poder ser

-No si no es eso a por lo que venía

-Y entonces a que venías Jose?

-Vamos, no te hagas el tonto, que los dos sabemos lo que hay

-Y que hay?

-Venga César no juegues al despiste, que ya me lo han dicho gente con la que he estado hablando

-Y que te han dicho?

-A lo que te dedicas

-Ah, y a que me dedico, si se puede saber?

-Bueno, dejémonos de rodeos, cuanto cobras y cuales son tus servicios

-Perdona? creo que te estás equivocando mucho conmigo

-Ah, que no cobras por sexo? pus eso es lo que estaba buscando

-Pues evidentemente que no y quien te lo haya dicho no es que este más equivocado que tu, es que es un hijo de su madre, afortunadamente tengo mi trabajo con el que me estoy pagando a duras penas mis estudios, y no necesito dedicarme a eso para llegar a pagarlos, y aunque lo necesitara nunca lo haría

-Pues eso es lo que me habían dicho de ti y de tu amigo

-Pues dile a quien te lo haya dicho que como lo coja se va a acordar de mi para los restos, y que no tengo que hablar más contigo tío, creo que me he equivocado bastante al llamarte

-Perdóname tío, pensé que eras eso y estaba necesitado de...."cariño" por eso te lo propuse

-Pues pensaste mal, y si quieres cariño como tu lo llamas, te puedes dar "auto-cariño", que es la forma más rápida de satisfacerte, así que hala, vete por donde has venido 

-No quieres que por lo menos te acerque a casa?

-No, me gusta pasear, y por si acaso, me puedo pagar un taxi, adiós

Y César se fue con la sensación de rabia de que había dado de lado a Marcos para que viniese un picapleitos a insunuarle que se dedicaba a la profesión más antigua del mundo, y encima con el enfado de pensar que había gente que lo iba pregonando a los cuatro vientos por ahí, lo cual no le hacía ninguna gracia, la verdad, el caso es que a Jose le había gustado, pero tendría que ofrecerle algo más para poder llegar a tener algo con él, y era algo que precisamente no valía dinero